01 septiembre 2009

Fiesta de citas
























Para volver a la carga después del verano, organizamos la “Fiesta de Citas” en Studio Banana.
La fiesta consistirá en conversar entre nosotros solamente con citas de autor.
Para ello necesitamos que cada participante lleve su guión de citas, con un mínimo de 10, y de cualquier tipo, sean personajes de cine, TV, arte, literatura, filosofía, dibujos animados..
Sólo podremos hablar con citas, cambiando de interlocutor cuando vayamos agotando nuestro guión. Dispondremos de unas reservas de citas para el que quiera incorporar nuevas a su lista.
Será el día 3 de Septiembre, jueves, a las 20h, en Studio Banana, calle Plátano nº 14, metro Ventilla o Valdeacederas.

4 comentarios:

unai dijo...

lo mejor son las citas de las citas, esas no se ni como meterlas en la tesina... El escritor del libro que estas leyendo cita a otro que el leyó... y tu citas a los dos, buah que metareferencial!

Rosa Fuxia dijo...

jaja! Walter Benjamin, al parecer, quiso hacer un libro todo de citas, porque pensaba que si todo el conocimiento está ya citando a los Otros para qué escribir..jeje

Lorenzo Sandoval dijo...

Eyy!!

Ya para por los berlines!!
Ya estás citada aquí!

besos

Daniel Cerrejón dijo...

En un principio me pareció que todo este asunto de las citas estaba vinculado al arte relacional por lo que tiene de evento de intercambio personal. Sin embargo bien mirado parece ser la cara opuesta al arte relacional. Si el arte relacional favorece un clima en el que sea posible el intercambio productivo entre los miembros de la sociedad, la acción de las citas subvierte la situación. El discurso está condicionado a un guión establecido y rígido, sólo mediante citas se imposibilita la posibilidad de intercambio. Me da la impresión que el discurso se colapsa, quizá un discurso colapsado por su hipercodificación.

En relación a las citas parece inevitable aludir a la obra de Walter Benjamin como hacía Rosa Fuxia en un comentario anterior, en especial a su ambicioso proyecto "El libro de los pasajes". Un proyecto que a pesar de haberle obsesionado durante casi los últimos 15 años de su vida nunca llegó a redactar, quedando como testimonio de su obsesión una enorme cantidad de citas organizadas a modo de archivo por temas, algunos comentarios y unas pocas páginas redactadas. En la edición de Rolf Tiedemann, por la que se conoce la ingente empresa, se señala que sólo pudo escribir estas pocas páginas en el momento en el que por avatares de su malogrado destino huyendo del asedio nazi se deshizo de la mayor parte del material que había recopilado y se sintió con la suficiente libertad para empezar a escribir. Según esto la hipereferencialidad de su obra acabó con la misma empresa que pretendía levantar. Su obra más ambiciosa quedó colapsada por hipercodificación.