09 junio 2008

Brigadas contra el ruido

Este año Ana Botella, delegada de Medio Ambiente junto con el área de Seguridad, dirigida por Pedro Calvo, han puesto en marcha en Madrid lo que se denomina como brigadas contra el ruido.
Patrullan desde las 23h hasta las 5h de la mañana, un agente de policía municipal y un agente de medioambiente para controlar que en la ciudad no se superen los umbrales de ruido que permiten el descanso de los ciudadanos.
Aunque a priori suena muy bonito eso de luchar contra el ruido, lo que significa en realidad es una lucha contra la Juventud.
Desde la Ley contra el botellón Madrid ha ido sufriendo una progresiva limitación de los espacios de la calle destinados a la diversión nocturna.
Madrid ha sido principal meta del turismo europeo entre otras cosas por lo que se conoce como “la noche madrileña”. Vivir las calles, los bares, las plazas, compartir con la gente esos espacios públicos es quizás una de las características más importantes de esta ciudad, que hace que sus gentes sean tan abiertas.
La sociedad se construye en la calle, no en los salones de las casas conectados a la televisión. Hace falta salir y compartir, intercambiar opiniones. La TV como muchos artistas advirtieron ya en los ’70 es una comunicación de una única dirección que no permite responder. Por eso hay que revindicar la calle.
Dan miedo esas medidas del Gobierno de esta ciudad, que bajo una aparente buena intención, son medidas de represión. Si se pretende asimilar Madrid a una ciudad europea, excusa para muchas de sus decisiones, se estará jugando el papel de la apariencia y de la castración. No queremos una ciudad de cartón piedra, escenario para ver, pero no tocar.
Y si quieren luchar contra el ruido que pongan carril bici que ya verán como desciende el ruido, o regulen las horas de entrega de mercancías de los locales comerciales que atascan todas las vías pequeñas del centro, prohíban utilizar el coche con menos de dos ocupantes para ir al trabajo y pongan más transportes especializados como microbuses comunes…

Podéis leer el artículo del Ayuntamiento
aquí.

2 comentarios:

dijo...

Yo estoy muy a favor de la juventud
Muy en contra del ruido
Muy a favor de las fiestas
Pero sobretodo, estoy muy en contra de no poder dormir los fines de semana, ni por la noche, ni por la mañana, ni a la hora de la siesta.

Si juventud es un afterhours irlandes, coches de tuning con grabes potentes, personas que susurran a gritos, peleas, vasos rotos y golpes en la persiana del aftehours irlandes que simula cerrado pero no. Pues mira, voy a estar a favor de estar en contra de la juventud.

LLamémosle represión, yo siento impotencia al no poder dormir... seré fascista, no se no pienso bien con insomnio...

Vivan las danzas populares! quiero bailables los domingos para jóvenes ya!

bm dijo...

Buff...Lucía, ya sabes mi opinión como vecino de la Plaza de Chueca. ¿Juventud? Aquella del botellón está para mi, domesticada, embrutecida, envejecida, sórdida, ignorante, queriendo ser algo-pero no son nada. Espejo de la sociedad, miserables mileuristas de mentes vacías, provincianos de azada que de repente son modernos. Tal como son nuestras calles, prefiero la juventud de salón (no la de tv). La que no sale y lee.