La revista Caminada nº 15

Pagina 8 del suplemento especial de la Revista Caminada nº15, 10h de la mañana, día 24...ya quedan pocos lectores..

El día 23 de Abril, día del libro, en Madrid, ocurrió el número 15 de la Revista Caminada. Gran evento, al margen de la programación oficial de la ciudad, de esos que sólo unos pocos tuvimos la suerte de asistir.

Coincidió con la fecha citada, por casualidad, pero estos "otros" eventos, al margen de esta política cultural del Gobierno, que hace que la cultura sea un estandarte del poder, o su gran publicidad...( ejemplo: la Noche en blanco) son lo mejor que te puede ocurrir en una noche de primavera.

Recodos de belleza, que quedan guardados en las mentes "privilegiadas" que aistimos también "por casualidad", o por deriva, memorias que solo puede rescatar algún ávido explorador de tesoros.

Nos incorporamos una vez empezada, cuando sonaba la última campanada del toque de salida, y a partir de ahí, seguimos en grupo, página a página, el recorrido por Carabanchel, mientras Rafa, nos contaba anécdotas sobre los nombres de las calles, Chindasnvito, Regesvinto..

Calentamos un poco con algunos ejercicios de movilidad, luego comimos tarta, para coger fuerzas..bebimos cerveza y me perdí la siguiente, leimos la listas de Roxana, de sus amantes, las calles en las que ha vivido..bailamos pegados entre un balón de fúdbol, al son de un himno a la bandera española, "como el vino de Jerez y el vinillo de Rioja...", perseguimos narraciones fragmentadas, escritas sobre un rollo de papel para tickets de ventas, caminamos con los ojos vendados, en fila india, de la mano de un ciego...minutos, que parecieron horas y en los que quien más veía era curiosamente el que menos, recogimos cuentas negras gordas, del collar de Pepe, que rompió, mientras en un video, Roxana decía una y otra vez " en resumidas cuentas..." No os atrevimos a lanzarlas con el tirachinas, pero algunos las usamos para jugar al frontón:

Imagen del frontón
Nos adentramos en el parque en busca de un poquito de oscuridad, cartel que iluminamos con una linterna (?), observamos el tanga rojo y negro de la mujer que no se podía levantar del suelo, y se arrastraba, pensando " cuando sea tan alta como tú, me dedicaré al teatro.."
Y el postre...de fresas rojas apretadas jugosas, espachurradas, entre las páginas de un libro, de esos que una vez adquiridos, no se sabe por qué, quedan huérfanos de lector, olvidados en una estantería: “La sAciedad del espectáculo”. Quedó una cosa maravillosa, y rosa ;), que oía tan bien..
Y Algunos continuamos caminando….con el espíritu encendido, por la emoción del viaje. De repente la ciudad se llenó con tantas historias por escribir, que no quería dormir más..Así algunos hicimos un número especial, caminando la revista, hasta la mañana siguiente..

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